Nombre del proyecto: villaSOFIA
Oficina de arquitectura: nm+a | T | L | nestor medina arquitectura
Redes sociales: @nestormedinaarquitectura
Email de contacto: nestor.medina@nm-arq.com
Ubicación de la oficina (Ciudad, País):  Bogotá, Colombia.
Año finalización construcción: 2021
Superficie construida (m2): 332
Ubicación: Llanogrande, Rionegro, Antioquia.

Descripción del proyecto:

Al interior del altiplano del oriente Antioqueño se encuentra Villa Sofia, un proyecto concebido a partir de la memoria y el recuerdo, que busca continuar el legado generacional de sus propietarios, desde la preservación de la tipología colonial característica de la zona, como origen de la nueva vivienda que pretende seguir creciendo en el tiempo.

La premisa principal de aproximación al proyecto fue conservar la casa antigua existente, que se da por la carga emocional que tiene para sus propietarios, al tratarse de la casa de sus abuelos y padres; sumando la resistencia conjunta a la creciente presión inmobiliaria en Llano Grande, dada por el auge de suntuosas construcciones contemporáneas, alejadas radicalmente de la esencia de la tipología colonial paisa. De esta manera el proyecto se aparta de esa tendencia inmobiliaria y decide honrar la construcción que durante más de setenta años ha dado refugio a todo un legado familiar y dispone de la misma para reinterpretar su nuevo uso.

Este reto de conservar la casa existente, inicia por estudiar su tipología, la cual corresponde a la descripción básica y primera de este tipo de vivienda, conformada por una construcción de un solo nivel; protegida por una cubierta tradicional a cuatro aguas en teja de barro; un alero perimetral de gran dimensión cuyo uso principal es social, y funciona como espacio de transición entre interior y exterior; y un interior muy cerrado que opera como principal área de resguardo habitacional cuyas contadas aperturas se desarrollan en una sucesión de llenos y vacíos a partir de puertas y ventanas caladas, que resuelven la conexión interior exterior generando una conexión directa con el imponente jardín social de contemplación, y un árbol protagonista del lugar, a partir también de unas paredes giratorias que permiten esta nueva apertura y relación, pero que al permanecer cerradas conservan idénticas la imagen, la volumetría y la relación de los espacios.

Plantear este cambio de uso en la casa existente y proponer las habitaciones y zonas privadas en la construcción nueva, genera dinámicas particulares en torno a la forma de habitar los espacios y el lugar; estableciendo la necesidad de interacción y recorrido interior exterior continuo entre las dos casas, es decir, pueden ser la una sin la otra, pero se complementan; albergando, el bloque preexistente: sala, comedor, cocina y lavandería, mientras que el bloque adicionado, las habitaciones, baños y estudio familiar. Planteando una relación sutil entre los volúmenes, por medio de dos aleros proyectados en la misma tipología de cubierta en teja de barro, los cuales se aproximan, pero no se tocan, y que dan como resultado una pequeña dilatación descubierta que representa el símbolo de transición de usos.

Es así como la nueva construcción se estructura a partir de “duplicar” el volumen existente, interviniéndolo en beneficio de la forma ideal de habitar de sus propietarios en el momento presente, las cuales consisten en acciones como: reducir la longitud del alero teniendo en cuenta que su función de espacio de uso social no se requiere en este nuevo volumen; la inclusión de un patio central como necesidad actual de vida de los propietarios, que busca mantener la independencia hacia el exterior sin renunciar a la cercanía de la naturaleza y la calidad de la mayor iluminación natural; el respeto a la tipología original en cuanto al ritmo y repetición de sus vanos, sumando ventanas “imperceptibles” que permiten mantener una imagen de vivienda tradicional paisa cuando están cerradas, pero con la posibilidad de transformar sus espacios interiores en nuestra reinterpretación de los grandes ventanales contemporáneos.

Por último, esta nueva construcción presenta la aparición de dos volúmenes superiores en cristal, que tienen origen en el interés de los propietarios de poder disfrutar una visual nunca antes experimentada: una panorámica contemplativa del paisaje lejano y su entorno en forma de un mirador 360°. Volúmenes que, al surgir de un requerimiento totalmente nuevo en relación con la tipología original, se resuelven como volúmenes francamente ajenos a la construcción y que, en lugar de buscar mimetizarse, pretenden evidenciar la nueva forma de habitar que representan.

Así es como el proyecto entiende la relevancia para el cliente del paso del tiempo reflejado en la manera de habitar, acoge la postura de una arquitectura de permanente cambio y ofrece al usuario nuevas dinámicas de uso; se trata de intervenciones arquitectónicas puntuales, pero no estáticas que darán la posibilidad de adaptarse a diferentes tiempos, usuarios y formas de vida según las generaciones que pasen por allí…

“la duración de las cosas se encuentra sujeta al cambio”.